De vuelta al Colegio Bennett
La importancia del periodo de Adaptación.
La adaptación al colegio es una situación transitoria que involucra variedad de emociones, miedos, sentimientos, dudas, expectativas y deseos. Por ello, la iniciación en la escuela maternal y en el preescolar debe ser considerada como un acontecimiento muy importante en la vida del niño/niña; porque se trata del comienzo de su vida escolar, el momento de compartir con otros niños/niñas y otras personas diferentes a su núcleo familiar; en otras palabras, es el comienzo de la SOCIALIZACIÓN.
El apoyo de los padres es indispensable en este proceso; por consiguiente es importante que todos estén convencidos que los niños/niñas estarán seguros en el colegio, puesto que de esto dependerá que se adapte más fácilmente y con tranquilidad.
Cuando los niños/niñas logran incorporar las condiciones de seguridad de los padres y además, el colegio da un marco de contención para ellos, todo transita por este periodo de adaptación con mayor facilidad y sin inconvenientes.
No existe un tiempo predeterminado para superar esta situación, generalmente la adaptación puede durar desde días hasta semanas y es una experiencia que varía de un niño a otro. Por lo tanto, los papás que generalmente permanecen con los niños/niñas y son quienes más se preocupan por esta situación, deberán tener paciencia y comprender que es natural observar cambios de comportamiento y variaciones emocionales en ellos durante este proceso. Puede ser que entre al colegio sin llorar los primeros días y después de 2 o 3 días no quiera volver, tornándose inquieto, irascible o pataletudo, en ocasiones en forma descontrolada. Es aquí donde los adultos que rodean al niño/niña debe manejar de manera adecuada la situación, contenerlo y no asustarse por sus reacciones; por el contrario, asumir que es normal que pase esta situación y no perder la paciencia.
Es indispensable que durante este momento de crisis y de confrontación a una nueva experiencia, el niño/niña asista todos los días al colegio; aunque haga rabieta al levantarse, o no quiera ponerse el uniforme; recuerden que las decisiones las toman los adultos.
Con paciencia y seguridad ante la decisión que se está tomando, pasaran sin mayores dificultades, por esta etapa.
Pautas para Facilitar el proceso de Adaptación al Preescolar y primeros años de la primaria
· Siempre debe ser la misma persona la que acompañe al niño en este periodo. Para lograr culminar esta etapa con excito, es indispensable que este adulto pueda controlarse emocionalmente y transmita seguridad al momento de separarse del niño/niña.
· Cumplir los horarios pautados y en el lugar indicado, para que los padres o acudientes puedan recibir o despedir al niño/niña de manera acertada, este aspecto favorece la formación de una rutina.
· Procurar que el niño/niña no falte recurrentemente. La inasistencia, además de atrasarlo en el aprendizaje de los contenidos y actividades escolares, afecta negativamente los logros alcanzados hasta el momento.
· No dejar al niño/niña más tiempo, ni recogerlo antes de lo acordado, pues eso puede generar temores por la conducta impredecible del adulto y afecta los deseos de asistir al colegio.
· Si es necesario y en el caso de los niños/niñas de la escuela maternal, se puede hacer uso del objeto transaccional: ese objeto o juguete que le ayuda a calmarse y le hace sentir que algo de casa está con ellos.
· Seguir las pautas de la maestra, hasta que sea el momento de poder despedirse de la mejor manera posible. Sin angustias, sin llantos prolongados, y si es posible, aunque cueste trabajo, con una sonrisa.
· No discutir, ni centrarse en el enojo del niño/niña , no enojarse, porque no se queda o quiere irse. Esto es esperable y hace parte del tiempo interno que requiere para darse cuenta que el asistir al colegio hace parte de su vida diaria.
Otros aspectos importantes a considerar:
1. Reconocerse como integrante del grupo, identificar sus compañeros y principalmente a su maestra.
2. Reconocer el espacio físico, permitirle explorarlo y descubrir cosas interesantes en el.
3. Estar seguros como padres y acudientes que dejan a sus niños en las mejores manos, de esta manera transmiten ese sentimiento a los niños.