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Colegio Bennett, The Place to Be.

lunes, 25 de enero de 2016

Celulares y Niños ¿A qué edad?


Cada vez es más usual que los niños reciban como regalo un celular (móvil en algunos países). Todos los niños quieren un aparatito de esos, sofisticado, de los más “inteligentes”, y algunos padres de familia nos planteamos si debemos comprárselo o no. 
Un teléfono móvil puede ser una gran herramienta para entretenerse y para el aprendizaje, pero hay que saber administrarlo. ¿Qué debemos tener en cuenta? ¿Hay una edad adecuada?

No tan pequeños…
En Colombia un estudio de la Fundación Telefónica reveló que el 42 por ciento de los niños de 6 a 9 años de edad tiene un celular. Dicha edad, según expertos en sicología infantil, no es correcta para darle un móvil a un menor pues sus niveles de responsabilidad y de detección de riesgos en las comunicaciones digitales no son lo suficientemente sólidos o bien formados.
De acuerdo con la Regla 3, 6, 9, 12, la edad más adecuada para que los niños tengan en sus manos un celular es a partir de los 12 años y casi siempre es provocado para evitar un rechazo social y quedar incomunicados por la entrada de WhatsApp, el servicio de mensajería instantánea más utilizado a partir de esa edad. Es cierto, no entrar gradualmente a esos grupos o a redes sociales implicaría no estar conectado con el resto de su grupo de pares.
Se recomienda que antes de comprarle el celular a sus hijos, los padres de familia se pregunten si en vital que se lo compren, para qué se necesita y si consideran que su hijo tiene la madurez y la responsabilidad necesaria para su uso porque son muchos los riesgos que se pueden llegar a correr.

¿Qué riesgos existen?
El aparato no es un problema como tal. Lo problemático son ciertos hábitos y contenidos que conlleva el dispositivo, para lo cual, como padres, debemos mantener la alerta máxima. Veamos algunos:

Mal manejo de la intimidad: como hemos visto en otros escritos, el sexting es uno de los problemas que se puede presentar; también se pueden tener problemas por publicar información privada o muy comprometedora en las redes sociales.

Incomunicación: suena contradictorio y hasta extraño, pero así como el celular facilita la comunicación en ocasiones puede generar todo lo contrario cuando los niños no tienen normas como no usarlo en la mesa cuando se cena en familia o dejarlo a un lado cuando se pasa tiempo con los padres, hermanos, familiares y amigos.

Poco descanso: cuando no existen normas claras el niño puede permanecer hasta altas horas de la noche “pegado” al aparato lo que genera poco descanso, malos hábitos de alimentación y sueño. Este fenómeno se conoce como “vamping”.

Por estas situaciones los expertos aseguran que la edad recomendada es a partir de los 15 años de edad, en donde los niños ya son capaces de utilizarlo de forma más responsable, pero eso no significa que no se corran riesgos y la orientación de los padres de familia es fundamental.

Tenga en cuenta…
Dejar de lado y apagar el celular cuando lleguen a casa. Es importante que los niños sepan que una vez entran a casa se debe vivir al máximo el tiempo con la familia. Apagarlo, además, les evita ansiedad por esperar que los llamen o mirar si les llegó un nuevo mensaje.
La privacidad es una lección que debemos enseñarles. Es bueno que los niños sepan proteger su intimidad y privacidad evitando publicar contenido inadecuado propio o de otra persona.
El ejemplo que podamos darles juega un papel fundamental. Es el mejor maestro: no le pidamos a nuestros hijos lo que no somos capaces de hacer. Cuando lleguemos a casa apaguemos el aparato y dejemos la oficina atrás. ¡Vivamos con nuestros hijos el tiempo valioso en familia!
Los dispositivos electrónicos, como el celular, son una maravilla y nos facilitan muchas cosas. Pero debemos aprender a utilizarlos y ayudar a nuestros hijos a hacer un uso seguro, constructivo y responsable.


Artículo elaborado por Juan Camilo Díaz Bohórquez para LaFamilia.info. Tomado de la página http://www.lafamilia.info/index.php?option=com_content&view=article&id=2736:celulares-y-ninos-ia-que-edad&catid=130:blogs-juan-camilo-diaz-bohorquez&Itemid=184  y reproducido en el M@il PaPaz # 126, diciembre de 2014. Los conceptos emitidos comprometen únicamente al autor.

¿Cuáles son las consecuenciasdel consumo de alcohol en menores de 18 años?

Consumir alcohol en la infancia y en la adolescencia es nocivo, independientemente de la cantidad o la frecuencia con que se haga. Principalmente porque el alcohol genera daños en su organismo, los expone a mayores riesgos y es ilegal.
Durante las últimas décadas la evidencia científica ha permitido entender por qué es diferente que un adulto se tome un trago de vez en cuando, a que un niño o joven lo haga. Algunos de esos nuevos conocimientos que muestran la inconveniencia del consumo en menores de 18 años son:
  • Iniciar el consumo de alcohol antes de los 18 años aumenta la probabilidad del continuarlo en la adultez, así como la de recurrir a otras drogas como la marihuana o la cocaína. En Colombia se ha encontrado que quienes inician el consumo de alcohol a los 14 años o antes, tienen un riesgo 4 veces mayor de presentar consumo problemático de alcohol y 10 veces más de utilizar otras sustancias, en comparación con los que empiezan a beber después de los 21 años
  • El consumo de alcohol en menores de 18 años puede influir de manera negativa en el desarrollo del cerebro
  • Debido a que el consumo de alcohol a corto plazo afecta la memoria y el aprendizaje; los adolescentes bebedores tienden a obtener los más bajos resultados en su rendimiento escolar
Maduración del cerebro entre los 4 y 21 años de edad
La imagen muestra la maduración del cerebro entre los 4 y 21 años de edad. Las partes azules indican qué áreas se encuentran completamente desarrolladas, mientras que las rojas, verdes o amarillas todavía no lo están.
Como podemos apreciar, el cerebro termina su maduración hacia los 21 años; la corteza pre-frontal es la última en desarrollarse. Esta área se encarga de tareas como el control de impulsos, el raciocinio, el juicio, entre otras.
Con esta imagen podemos ver por qué no es lo mismo que un adulto se tome un trago de vez en cuando, a que un niño o un joven lo haga, pues el cerebro de estos últimos todavía no se ha desarrollado y por lo tanto no puede asimilar el alcohol de la misma manera que un adulto.

Los adolescentes consumidores de alcohol, problemáticos, tienen un hipocampo...
Los adolescentes que toman alcohol de forma abusiva  tienen un hipocampo (órgano del cerebro encargado de la memoria) 10% más pequeño en comparación con jóvenes que no toman nunca, lo cual se evidencia en dificultades para aprender y almacenar nueva información.
 Tomado de: Bellis MD, Clark DB, Beers SR. Hippocampal volume in adolescent-onset alcohol use disorders. Am J Psychiatry. 2000; (157)



Esta imagen muestra la actividad cerebral durante un ejercicio de memoria en un joven de 15 años que no consume alcohol, comparada con la actividad cerebral de otro que sí lo hace.
Puede verse como el cerebro del joven que no toma (el de la izquierda) tiene muchas más partes del cerebro activadas mientras recuerda cosas.

(Tomado de la edición de Octubre del 2002 de Brain Briefings. La investigación original es de Susan Tapert)

Además de lo anotado anteriormente, como el alcohol llega a todo el cuerpo a través de la sangre, cuando el adolescente toma y además abusa del alcohol, es decir, cuando bebe en una cantidad y frecuencia que es dañina para el organismo, el consumo puede hacerlo vulnerable a otros riesgos que afecten su salud y bienestar, como por ejemplo:
  • Alteraciones en el desarrollo y crecimiento de los huesos
  • Mayor predisposición a enfermedades respiratorias
  • Mayor susceptibilidad a contraer infecciones
  • Trastornos del sistema endocrino: disminución de la producción de la hormona del crecimiento (GH) encargada no sólo del crecimiento y el desarrollo sino también de los procesos de diferenciación sexual y maduración en la pubertad
  • Retardo en la maduración de los caracteres sexuales secundarios (características fisiológicas que permiten distinguir al hombre y a la mujer, diferentes del aparato reproductor, como por ejemplo, la barba y la voz)
  • Trastornos cardiovasculares: alteraciones del ritmo cardiaco, hipertensión arterial y miocardiopatía dilatada por consumo crónico (afección a partir de la cual el corazón se debilita y se dilata y no puede bombear suficiente sangre al resto del cuerpo)
  • Trastornos gástricos: irritaciones en la pared intestinal que aumentan la probabilidad de desarrollar gastritis, vómito y alteraciones del tránsito intestinal
  • Cáncer: la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer afirma que hay suficiente evidencia en humanos para concluir que el consumo de alcohol causa cáncer de cavidad oral, faringe, laringe, esófago, colon, recto, hígado y mama en la mujer. Cabe recordar que el consumo masivo de alcohol en adultos también está asociado con esta enfermedad; sin embargo, mientras a más temprana edad empiece una persona a tomar alcohol, mayor riesgo tendrá
También se encuentran otros tipos de riesgos o daños asociados al consumo de alcohol durante la infancia y la adolescencia:
  • Mayor probabilidad de desarrollar problemas del estado del ánimo, como depresión o ansiedad
  • Aumento en la probabilidad de realizar conductas sexuales de riesgo que pueden llevarlos a contraer enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados
  • Mayor probabilidad de ser víctima de delitos como violación, robo y agresión
  • Se ha visto que el inicio del consumo a temprana edad aumenta las probabilidades de ser víctimas o estar vinculados con crímenes violentos
  • Dificultades académicas (ausentismo, deserción escolar, dificultades en el aprendizaje, entre otros)
Es importante que ahora que dispone de esta nueva información, empiece a tenerla en cuenta para tomar nuevas y mejores decisiones.

Artículo tomado del Kit Angel Protector de Red Papaz. http://www.redpapaz.org/

lunes, 23 de noviembre de 2015

Ame a su hijo, pero con autoridad


Foto | Freddy Arango | LA PATRIA "Los padres deben saber equilibrar el amor a su hijo y los límites del comportamiento", 
Jorge Eslava, director del Instituto Colombiano de Neurociencias. Manizales. Miércoles, Noviembre 18, 2015.
 
LA PATRIA | Manizales

La mala crianza de un niño no solo podría causar problemas en la familia, sino también en la sociedad. Lo dice Jorge Eslava, director del Instituto Colombiano de Neurociencias, quien recientemente dio una conferencia sobre el tema en el Teatro 8 de Junio, de la U. de Caldas.

Eslava, neurólogo de niños, cuenta que no fijar límites de comportamiento es la razón, en parte, de la delincuencia juvenil. "La condición llamada trastorno disocial de la conducta define a estos niños que actúan de manera conflictiva, actitud aprendida, en algunos casos, durante la infancia", señala.

Criar a un hijo no es fácil. Hay padres que no se preparan y optan por una forma intuitiva de hacerlo, en la que solucionan los inconvenientes como creen a medida que se les presentan. Es mejor conocer claves efectivas para corregirlo y no hacerle un daño creyendo que se le hace un bien.

No se trata de pegarle, gritarle o someterlo a castigos severos, sino de inculcar un estilo de vida que no atente contra el bienestar de los demás. LA PATRIA habló con Eslava sobre la crianza.

¿Para qué conocer estas claves?
Para ayudar a los padres a transitar ese camino difícil de equilibrar entre el amor y los límites. El amor debe ser el eje central de la familia, el norte que guía sus proyectos. Por otro lado es necesario que los niños incorporen una metodología de los límites. Esto les ayudará a entender que no están solos en el mundo, que hay otros y que la existencia de esos otros exige que se reconozcan y se valoren para establecer unos límites de comportamiento.

¿Hay familias que lo tienen claro?
Hay hogares en los que ese equilibrio fluye fácilmente, es decir, padres que no encuentran contradicción en ser amorosos y firmes. Hay otros en los que no, pues los progenitores no hallan el camino para combinar los dos elementos. Cuando eso pasa hay dificultades en la crianza, que terminan con pequeños emperadores de la galaxia, o sea, niños muy descontrolados y conflictivos que dañan a los demás, pero que, en últimas, se vulneran a sí mismos.

¿Qué consecuencias trae una mala crianza?
Los niños se vuelven personas disociales, que no son armónicos con el mundo. Esto se presenta a cualquier nivel: desde niños de primero hasta personas adultas. En ocasiones se vuelven delincuentes. Lo que yo hago es tratar de ayudar a los padres, en la medida de lo posible, a equilibrar la balanza del amor y los límites.

¿La solución es el castigo?
No se trata de castigarlos. Cuando hablo de límites el bombillo que se le prende a la gente es el del castigo y del premio. Ambas son estrategias muy pobres e inútiles. Hablo del castigo en general, pero más el castigo físico. La pedagogía de los límites ayuda a los niños a que entiendan lo que deben hacer y lo que no. Ejemplo: cuando una maestra entra a clase y dice: "niños, buenos días", pues ellos contestan. Si un niño no lo hace, la maestra se le para al frente y le dice: "Camilo, buenos días" hasta que entienda que debe saludar cuando la maestra lo haga. Si esto se hace constantemente y con una figura de autoridad, a la vuelta de varios días Camilo dirá buenos días en coro con sus compañeros de clase.

¿Cuál es la clave de la estrategia?
A Camilo no lo castigamos ni física, ni psicológicamente. No le prometimos una sanción, ni un premio. Le hicimos entender lo que tenía que hacer. Esa es la clave. Es un detalle tonto, chiquito, pero como ese hay otros ejemplos en los que podemos ayudar a los niños a conocer los límites de su comportamiento.

¿Qué ocurre si no funciona?
Si hecho esto el niño sigue presentando problemas podría tener problemas de aprendizaje, asociados, por ejemplo, al síndrome deficitario atencional con hiperactividad. En ese caso lo prudente es una consulta especializada.

¿Es malo ser laxo con todo lo que haga el niño?
Ser permisivo trae malas consecuencias. Los niños no son malvados, pero aprenden. Si un padre le permite hacer cualquier cosa, el pequeño se enseña a eso. Si aprende que le puede pegar a la mamá sin recibir una recriminación, pues aprende que esta conducta es apropiada. No es malvado, simplemente es alguien que aprendió. Cuando crece aparecen los problemas, pues cree que puede hacerlo con los demás.

¿Puede convertirse en un problema social?
Claro. Los delincuentes se comportan de forma disocial y esto lo aprenden, en muchos casos, en la infancia. Hace años los niños infractores eran escasos, así como los niveles de delincuencia juvenil. Hoy es la regla, más que la excepción. Hace dos años se habló de una cifra del 65% de delincuencia infantil en una reunión de alcaldes del país. Si se revisan las estadísticas criminales de Transmilenio, en Bogotá, se notará que muchos actos son cometidos por niños. Preocupa.

Más consejos

1. Un ejemplo vale más que mil sermones. Los niños tienden a imitar, desde pequeños, las buenas y malas conductas de los padres.

2. Comunicación, diálogo y comprensión. Hable con su hijo. Pregúntele su opinión. Así se le demuestra que es tenido en cuenta.

3. Que experimente. Permítale al niño explorar el mundo. Si se equivoca, tiene que estar ahí para cuidarlo física y emocionalmente.

4. No compare ni descalifique. Elimine frases como "aprende de tu hermano", pues harán sentir al niño que no sirve para nada.

5. Reconozca que se equivocó. Tiene derecho a equivocarse, lo que no significa que sea mal padre. Lo importante es reconocer los errores y aprender.


Tomado de: www.serpadres.es.

viernes, 6 de noviembre de 2015

¿Salir antes de los 15 años? Criterios para los padres


Los hijos crecen, quieren salir y divertirse. Se acabaron los días en que les leíamos un cuento y a dormir. Sus salidas producen temor. No es fácil manejar ese nuevo reto que conlleva la adolescencia: la necesidad de socializar. Los papás se hacen muchas preguntas sin encontrar respuestas. Para algunos los permisos dependen del estado de ánimo: “Uhm, pues sí…”, “Nos parece que hoy no…”, y aunque a veces suene la flauta, no debería ser lo habitual. Algo tan importante en la vida de los hijos debe ir más allá de una corazonada, o de una preferencia.

En los talleres de Protege tu corazón muchos padres de familia preguntan acerca de las salidas de sus hijos y comparten opiniones que muchas veces son contrapuestas:

“Estamos preocupadas porque las niñas están invitando a nuestros hijos a fiestas en las que bailan canciones lentas en pareja… ¿Qué opinan? ¿Debemos dejar que se diviertan y nada más?”

“Es bueno que los niños y niñas de sexto grado empiecen a salir y a conocerse porque si no lo hacen ahora, cuando terminen secundaria no van a tener amigos o amigas con quien salir…”

Como se ve, hay padres que fomentan fiestas y reuniones de cualquier tipo y otros que las prefieren en grupos de niñas y niñas con adultos presentes. Algunos no consideran problema que sus hijos tengan salidas exclusivas que luego terminen en noviazgo y otros que ven este tipo de salidas con mucha preocupación…
Nuestra propia observación indica que cuando hay niños y niñas menores de 15 que durante una temporada van juntos a fiestas o reuniones, al año siguiente se empiezan a observar parejas en exclusiva, es decir, de “él con ella” y sin mucha supervisión… ¿Qué pensar entonces de esta tendencia, qué medidas tomar al respecto? Acudir al sentido común y analizar diferentes puntos de vista que permitan tomar decisiones en función del bien de sus hijos.
Razones para aplazar las salidas
Los adolescentes menores de 15 todavía no tienen las habilidades sociales e interpersonales necesarias para desenvolverse adecuadamente durante las salidas con personas del sexo opuesto, porque carecen de la madurez emocional necesaria para aplazar gratificaciones inmediatas, ni de la madurez intelectual para prever consecuencias de lo que deciden o hacen, lo que en conjunto puede originar los siguientes riesgos.
– Situaciones comprometedoras
El adolescente menor de 15 años tiene una identidad subdesarrollada y todavía no sabe bien quién es: qué le gusta o disgusta, qué valora, en qué cree, de qué está convencido, qué espera de sí mismo. Se afana en “encajar”, por encima de ser valorado por lo que es. La opinión de los demás pesa más que su propia realidad. Depende mucho del qué dirán… Es inseguro.

Ahora bien, las salidas le convienen porque al observar a los demás y compararse, obtiene información para incrementar en conocimiento propio. Sin embargo, apresurarse a salir en exclusiva sin tener claro lo que quiere de sí mismo o lo que espera de una relación, sumado a los sentimientos típicos de inseguridad de la edad, lo puede conducir fácilmente a situaciones “demasiado estrechas-demasiado pronto” para las que no está preparado y que comprometen su proceso de crecimiento personal y de madurez.

– Conductas tipo “serie de televisión”
Todo lo que aprenden los niños y los adolescentes acerca de las salidas, sucede antes de vivir esa experiencia. A través de los videos musicales, el cine y las series de TV, ven mucho sexo casual sin consecuencias, conductas impactantes que no son ejemplares. Esto aumenta las probabilidades de construir sus relaciones imitando los modelos observados, en vez de construirlas con criterios sanos y positivos, incrementando la incidencia de relaciones sexuales prematuras, embarazos, enfermedades, pérdida de capacidad de comprometerse y otras consecuencias.

– Tener sexo 
Los adolescentes que empiezan a salir precozmente (15 años o menos), son más dados a involucrarse sexualmente. A menor edad, mayores probabilidades de ceder a la presión individual o de grupo. El siguiente cuadro revela que el 90% de las niñas que afirmaron haber tenido sexo, empezaron a salir con una pareja exclusiva a los 12 años. En cambio, aquellas cuya primera salida exclusiva ocurrió a los 17 años, el porcentaje de quienes tuvieron sexo era apenas de un 10 %.

Las salidas exclusivas entre los doce y los quince años aumentan significativamente el riesgo de relaciones sexuales y llevan a desperdiciar valiosas oportunidades de conocer gente, con diferentes maneras de ser que enriquecen la propia personalidad.
– Empezar a beber alcohol 
En vista de que en nuestra sociedad la diversión y el alcohol van de la mano, las salidas en general conllevan una fuerte presión para empezar a tomar, alentada en parte por los padres o por los mismos jóvenes.
Cualquier hijo o hija menor de 15 años puede verse fácilmente involucrada en invitaciones a salir que incluyan consumo de alcohol. Cenas con vino, fiestas con abundante cerveza, degustación de gelatinas coloridas impregnadas de vodka (“Jelly Shots”), preparadas y servidas por las mismas mamás sin importar que sean menores de edad.

Ante estos riesgos, a los padres con hijos entre los 12 y los 15 años les conviene idear formas nuevas de pasar tiempo con sus hijos para estrechar lazos afectivos, justamente en la época en que empiezan a distanciarse de sus familias. Facilitar conversaciones a través de las cuales ellos y ellas se conozcan mejor, puedan identificar sus propios valores y recibir motivación para empeñarse en metas concretas.
Las siguientes son algunas recomendaciones de carácter preventivo para tener en cuenta.
– Hablar sin sermonear
Elegir formas inteligentes para empezar conversaciones, que den lugar a “meterse” en la vida de los hijos de forma atractiva generando la posibilidad de influir en ellos positivamente.

“¿Te sientes aceptado por tus amigos?, ¿Alguien se burla de ti…?”
“Cuéntame de tus amigas: qué programas les gusta, qué hacen los fines de semana…?”
“¿Alguien se ha fijado en ti? ¿Te atrae algún chico…?”
“Es muy normal sentirse inseguro. A mi me pasaba eso a tu edad…”
“Muy pronto recibirás presiones para beber. Te doy estos tips para decir no…”

– Enseñarles a vivir la amistad
La amistad va mucho más allá del compañerismo. Supone coincidir en gustos, tener un trato frecuente, respetar las diferencias en gustos y opiniones, tener confianza para contarse cosas. Para que haya verdadera amistad es necesario que sea de doble vía y que haya ayuda desinteresada. Un buen amigo anima, hace y propone cosas buenas…, es un tesoro!. Construir una amistad facilita el desarrollo de muchos valores: dar y recibir, hablar y ser escuchado, comprender y ser comprendido. Ningún otro tipo de convivencia favorece tanto la madurez humana.

Si entre los 12 y los 15 años guiamos a nuestros hijos para que dediquen este período de su vida en tener buenos amigos, les estaremos dando la oportunidad excepcional de afianzar sus valores y de desarrollar relaciones sanas y de largo plazo, el mejor antídoto para evitar la imitación de los modelos que proponen las series de TV.

– Aplazar la edad para tomar alcohol
Dado que el alcohol es socialmente aceptado y la mayoría de los padres no ven problema en que sus hijos comiencen a beber cuando es en su propia casa, hay que emprender un cambio de mentalidad. En esta materia, la recomendación es clara: alejarse de los 14 y acercarse a los 21 años para probarlo disminuye las probabilidades de tener un problema serio.

 Establecer una política de permisos y salidas
Papá y mamá deben acordar una política de permisos y salidas porque los hijos necesitan saber qué se espera de ellos y contar con normas que los haga sentir seguros. Aunque muchos padres piensen lo contrario y parezca de moda que lo que hay que hacer es darle gusto a los hijos, vale la pena no dejarse llevar por la corriente sin doblegarse. Todo permiso que se les niega o se les aprueba debe propiciar su madurez.

A la hora de definir reglas para la diversión de los hijos, estos aspectos pueden ser útiles:
1. Definir la edad para comenzar a salir y la edad para el noviazgo.
2. Tipo de salida: en grupo, en parejas, ¿presencia de algún adulto? Si no hay adultos no se debe dar el permiso.
3. Lugares permitidos: plazas comerciales, colonias residenciales, casas de familia.
4. Si es en la casa, ¿qué lugar es apropiado para recibir a los amigos? ¿en la puerta?, ¿en el dormitorio? ¿en la sala? por qué si y por qué no?
5. ¿Qué van a hacer?: Ir a cine, ir a una fiesta, hacer deporte. Hay planes que consisten en no hacer nada que es mejor evitar y en cambio propiciar aquellos que promueven actividad, participación, organización.
Si el plan es ir a cine orientarlos para que aprendan a elegir con criterio las que son constructivas para su desarrollo y las que no promueven valores y son destructivas.
6. Definir la hora límite para salir y la hora para regresar.
7. Establecer quién los lleva y quién los recoge, repartirse con otros papás esta tarea, pero que siempre sea un adulto de confianza. Evitar los taxis o que otro adolescente sea quien los transporte.
9. ¿Cuánto dinero es adecuado para una salida? Más vale que estén cortos de dinero.
10. ¿Será un ambiente sano? Ponerse de acuerdo entre las familias para que ninguna patrocine el alcohol. Y por supuesto tampoco las drogas.
11. Contacto físico: ¿qué nivel es adecuado? ¿Cómo mantener el control de las emociones sexuales?
12. Código de vestir en las niñas y en los niños. Enseñarles que la forma en que visten, habla de ellos.


La prudencia indica que los padres no deben anticipar situaciones cuando aún los hijos no tienen la madurez suficiente para manejarlas. Hay tiempo para todo y el tiempo de salir y de tener novio/a también tiene su momento.
Tomado de: Protege tu Corazón. http://www.protegetucorazon.com/2015/02/17/entonces-no-debo-enamorarme-en-prepa/

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Jóvenes fuman menos cigarrillo, pero más marihuana


Creencias sobre supuestos efectos inocuos de esta sustancia han hecho que se incremente su uso.


Es una realidad comprobada: el consumo de cigarrillos entre jóvenes de Europa y Estados Unidos (en parte por el aumento de precios y las campañas en su contra) ha caído considerablemente mientras que el de marihuana se incrementa cada vez más. ¿La razón? No pocos consideran que, en el fondo, esta sustancia es inocua.

Una encuesta de la Universidad de Michigan hecha entre mil universitarios de Estados Unidos en el 2014 –los resultados se conocieron este mes– encontró por primera vez que la tendencia en materia de consumo de estas sustancias psicoactivas se invirtió: el 6 por ciento de los estudiantes admite que se fuma un ‘porro’ al día y el 5 por ciento, cigarrillo. (Lea también: El desafío sintético)

El estudio, financiado por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, evidenció, además, que el porcentaje de alumnos que fumaban un cigarrillo diario cayó del 19 al 5 por ciento entre 1999 y el 2014.

No obstante, este avance tiene su pero: otro estudio publicado en la revista Pediatrics, de este mes, señala que los estudiantes de secundaria de Estados Unidos están reemplazando los cigarrillos convencionales por los electrónicos; de hecho, entre el 2013 y el 2014 su uso saltó de un 4,5 a más de un 13 por ciento.

Y el problema no para ahí, pues según los investigadores, estos dispositivos se utilizan cada vez más para consumir marihuana.

“Los niños los usan para quemar aceite de hachís o una dosis de concentrado de marihuana en estado ceroso (‘dabs’), o para quemar hojas secas de marihuana usando el calor generado por estos dispositivos con pilas”, indica la investigación, que está basada en una encuesta de la Universidad de Yale.

En concepto de varios especialistas consultados por este medio, tal reemplazo se explica porque existe la creencia de que el consumo de marihuana, “por ser natural”, es menos nocivo que el de cigarrillo. (Vea también: Con apariencia de incienso se mueve en el país 'marihuana sintética')

Más potente y lesiva

Pilar Acosta, toxicóloga del Hospital Santa Clara, de Bogotá, desvirtúa este mito. “No puede perderse de vista que incluso se han ido modificando los cultivos de esta planta para hacerla más potente; muchos consumidores no saben qué están llevando a su cuerpo, que se están exponiendo a alteraciones cognitivas, de comportamiento e incluso al desarrollo de potenciales trastornos mentales”, advierte.

En eso coincide Ubier Gómez Calzada, toxicólogo del hospital San Vicente Fundación, quien afirma que uno de los tipos de marihuana que se consumía en los años 70 era de la variedad punto rojo, que tenía un 3,5 por ciento de principio activo, pero ha sido progresivamente modificada hasta darle una concentración del 7 por ciento; a esta se le conoce como la ‘cripa’. “Esta variedad causa un mayor deterioro en la capacidad cognoscitiva: antes una persona que consumía tenía un deterioro a los 10 años de consumo, ahora los efectos empiezan a verse a los tres”, sostiene.

Gómez recuerda que un estudio publicado en New England Journal of Medicine comparó la toxicidad pulmonar de la marihuana con la del cigarrillo, y concluyó que un ‘porro’ equivale a siete cigarros. “Con la marihuana –insiste– una de las mayores complicaciones se da porque quienes la consumen hacen una inhalación muy profunda, y estas sustancias quedan depositadas en los pulmones”.

Entre las evidencias que apoyan esta afirmación está un estudio publicado en el 2000 en la revista Adicciones; sus autores concluyeron que las sustancias contenidas en un cigarrillo de marihuana pueden ser detectadas hasta tres meses después de haber sido consumido, pues sus partículas se adhieren a la masa pulmonar. Agrega el toxicólogo que las partes del cuerpo más afectadas son aquellas en las que más hay grasa, y el cerebro, los testículos y los ovarios se cuentan entre ellas. (Vea: Cultivo de marihuana a cambio de carne, realidad campesina en Paraguay)

La marihuana, además, puede producir alteraciones en el cuerpo equivalentes a un grado dos de alcoholemia. Gómez advierte que los conductores que han consumido marihuana también son un peligro en las calles. “En el país ese indicador no se mide, como sí ocurre en Europa. Con eso evitaríamos una accidentalidad subregistrada por cannabis”, concluye.

Hacia drogas más duras

Augusto Pérez, director de la Corporación Nuevos Rumbos, señala que “ningún nivel de consumo de marihuana –menos en adolescentes–, es seguro y que no es una droga débil”. Y sostiene que está demostrado que es el primer paso hacia el uso de drogas más pesadas. Por su parte, el toxicólogo Camilo Uribe advierte que los fumadores crónicos de marihuana pueden padecer enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc) y que la marihuana tiene más de 4.000 sustancias tóxicas, igual que el cigarrillo común.

El uso medicinal del cannabinoide

Para el dolor. Un estudio de la Universidad de California (2007) y otro a cargo de la Universidad de McGill (2010), que se suman a ensayos clínicos de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por su sigla en inglés), de EE. UU. demuestran que la marihuana inhalada alivia el dolor neuropático. Es más recomendado para controlar dolores causados por el cáncer y las molestias crónicas, es decir, aquellas de larga duración, que no se calman con analgésicos comunes.

Mejora el apetito. Los THC (sustancia activa en la marihuana) estimulan el apetito en personas con anorexia, cáncer y sida. Un estudio publicado por ‘The European Journal of Nuclear Medicine and Molecular Imaging’ encontró que la extrema falta de apetito causa una alteración en el sistema cannabinoide; si se equilibra, el apetito regresa.

Contra náuseas y vómito. El THC y el cannabidol tienen un efecto neurológico que regula las náuseas y el vómito, que tanto afectan a pacientes con cáncer.

Tomado de: www.eltiempo.com/estilo-de-vida/salud/consumo-de-marihuana-en-jovenes/16388210. Fecha: Septiembre 30 de 2015.

lunes, 28 de septiembre de 2015


¿Qué son los cigarrillos electrónicos?


El cigarrillo electrónico (también llamado ecig) es un sistema electrónico, creado en China en el año 2004, que utiliza una pequeña batería para calentar una solución líquida y convertirla en vapor. Su diseño generalmente imita un cigarrillo, un cigarro o una pipa. En general, el aparato contiene un cartucho recambiable o recargable pero también existen ecigs descartables. Las principales sustancias que contiene el líquido son: propilenglicol (generalmente alrededor del 70%) y/o glicerina vegetal (generalmente alrededor del 20%), nicotina en diferentes dosis (entre 0 mg y 54 mg/ml), sabores y aromas. Diversos estudios muestran que la dosis de nicotina que “dicen tener” los cartuchos muchas veces no coincide con la que “realmente” tienen.

Consecuencias para la salud

Los fabricantes aseguran que los ecigs son menos perjudiciales que los cigarrillos convencionales sin embargo, el último reporte sobre ecigs publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a finales del 2014 señala que la evidencia disponible hasta la fecha muestra que el vapor que liberan los ecigs no es tan inocuo como se sugiere. Los ecigs contienen nicotina, propilenglicol, formaldehido y otros químicos tóxicos y cancerígenos. Es posible que las personas que utilizan solamente ecigs estén expuestas a menos sustancias tóxicas que cuando fumaban cigarrillos convencionales pero es difícil evaluar qué absorbe cada fumador. Al igual que con los cigarrillos comunes, los no fumadores también están expuestos a la nicotina y las sustancias tóxicas de los ecigs cuando están expuestos al vapor en lugares cerrados. Dado que hace relativamente poco que los ecigs están en el mercado todavía no hay evidencia suficiente sobre los efectos adversos que puedan tener a largo plazo. Sin embargo, es probable que los efectos causados por la nicotina (adicción, patológica cardiovascular y mayor riesgo de cáncer, por ejemplo) sean los mismos que los que se asocian con el consumo de un cigarrillo común. Una complicación importante de los ecigs es la posibilidad de que los menores de edad ingieran por error el contenido de los cartuchos. En 2013 en Estados unidos hubo casi 1.400 llamadas a centros de emergencia por envenenamiento con ecigs.

Ecigs como estrategia para dejar de fumar


Los fabricantes comercializan los ecigs como una alternativa para dejar de fumar. Sin embargo, hasta la fecha, no hay suficientes estudios que demuestren su efectividad. Es frecuente observar que en lugar de dejar de fumar, los fumadores terminan fumando ambos perpetuando la adicción.

Rol de los ecigs en las estrategias de control del tabaco

Si bien es posible que los ecigs tengan alguna clase de beneficio a nivel personal, su uso puede tener un impacto negativo frente al control del tabaco a nivel poblacional. La disponibilidad de ecigs en la población puede llevar a un aumento en el inicio del consumo en los jóvenes que después pueden empezar a fumar cigarrillos comunes. Esto ya se ha observado en algunos países. Otra consecuencia de la disponibilidad de los ecigs es la “normalización” de su consumo luego de años de tratar de lograr desnormalizar el consumo de cigarrillos.

Por todo esto, la OMS recomienda prohibir o regular los ecigs hasta que haya suficientes estudios que muestren su inocuidad. Como también, prohibir la publicidad, promoción y patrocinio de los ecigs ya que los fabricantes están utilizando publicidades atractivas para atraer a los niños y jóvenes. 


Tomado de: http://www.msal.gob.ar/tabaco/index.php/informacion-para-profesionales/tabaquismo-en-el-mundo-generalidades/otros-productos-del-tabaco/cigarrillos-electronicos. Día: Sept. 25 del 2015. 

¿Qué es la narguila y por qué nos debe preocupar su uso entre los adolescentes?


¿Qué es la Narguila?

Es una pipa de agua que ha sido usada durante siglos en Asia y Medio Oriente para fumar tabaco. Su humo se encuentra disponible en diferentes sabores y su uso viene ganando popularidad entre adolescentes y adultos jóvenes.

Fumar tabaco en Narguila: ¿Tan nocivo como fumar cigarrillo?

La percepción acerca de que fumar narguila es menos nocivo que fumar cigarrillo por la filtración del humo a través del agua no es cierta. Fumar narguila conlleva a efectos nocivos para la salud iguales o peores que los de fumar cigarrillo porque:

  • Aún pasando por agua, el humo del tabaco producido por la narguila así como los elementos usados para su combustión contienen altos niveles de compuestos tóxicos como monóxido de carbono, metales pesados y químicos cancerígenos.
  • Las investigaciones preliminares indican que el consumo de tabaco en narguila conlleva los mismos riesgos asociados a fumar cigarrillo.
  • El uso de narguila además de causar cáncer de pulmón, produce un aumento de la incidencia de los cánceres de labio inferior, el esófago y el estómago.
  • En una sesión de una hora fumar narguila equivale a inhalar el humo de entre 100 y 200 cigarrillos.No existen pruebas científicas de que los accesorios usados en las narguilas permitan fumar de forma segura, en cambio, si existe el riesgo de propagación de enfermedades infecciosas, como la tuberculosis, y virus tales como la hepatitis y el herpes por compartir la boquilla.
  • Inhalar el humo de segunda mano de las narguilas (una mezcla del humo de tabaco con humo de los productos usados para su combustión) representa serios riesgos para no fumadores, mujeres embarazadas y bebés en gestación.

¿Qué pueden hacer los papás?

  • Dígales claramente a sus hijos “No quiero que fumes nunca, tampoco narguila”.
  • Hable con ellos sobre los riesgos de fumar narguila y sobre los mitos y riesgos asociados a su uso.
  • Si los amigos de sus hijos adolescentes usan narguila y enséñeles posibles maneras de rechazar su consumo.
  • Comparta con otros  papás esta información.

Para tener en cuenta…

Los productores de tabaco necesitan una fuente continua de nuevos consumidores y su objetivo siempre es la población más joven. El consumo de tabaco en narguila es especialmente atractivo para adolescentes y jóvenes. Además este tipo de productos se promocionan en sitios Web, chats, y foros de Internet. En Colombia los productos de tabaco no se pueden vender a menores de 18 años, si conoce algún incumplimiento repórtelo a través de www.teprotejo.org o en www.angelprotector.co.

Tomado de:
http://www.redpapaz.org/aprendiendoaserpapaz/index.phpoption=com_k2&view=item&id=441:bolet%C3%ADn-aprendiendo-a-ser-papaz-abril-2014&Itemid=139. 
Día: Sept. 25 de 2015.